lunes, 5 de octubre de 2015

5. CELOS Y RIVALIDAD ENTRE HERMANOS.
 ¿EN QUÉ CONSISTEN?

- Los celos son un estado afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducidos el cariño y la atención de alguien querido, porque la persona amada prefiera a otra. Este sentimiento suele ir acompañado de envidia y resentimiento hacia quien se percibe como rival. La persona con celos se considera menos querida que antes.
- La rivalidad entre hermanos es algo natural e inevitable, que no tiene por qué darse del mayor al menor. 
- Se suele manifestar mediante muchas conductas: rechazo o rivalidad hacia el hermano, romperle su material y juguetes, buscar estar con el hermano para fastidiarle, chivarse de conductas del otro o incluso a veces llegar a las manos. Aunque vaya acompañado de un cariño sincero. La idea romántica de dos hermanos que lo van a compartir todo no siempre es real.
- También se muestra en una vuelta a conductas más infantiles: imitar el lenguaje del pequeño, tartamudeo, pedir papillas, dormir en la cuna, pedir ir a la cama de los padre, chupete,... También, conductas como lloro frecuente y sin motivo aparente, preguntas alusiva a sí se le quiere.

 MEDIDAS QUE PUEDEN AYUDAR
- Establecer normas claras y concretas en casa para todos.
- Habituarles a compartir las responsabilidades diarias.
- Propiciar actividades en las que colaboren todos.
- "Hacer familia": juegos en común, excursiones, viajes, tertulias,... Crear un clima familiar en el que predomine el amor y la confianza, compartir  con los hijos/as todos los acontecimientos haciéndoles partícipes de proyectos comunes, ilusiones, valores propios de la familia.
- Tratar con afecto y atención frecuentes a los hijos/as para que perciban que son queridos.
- Estimular la expresión sincera de sentimientos y emociones.
- Enseñar modales concretos: pedir perdón, por favor, dar la gracias,...

MEDIDAS CONCRETAS
- Evitar la comparación y la competitividad entre los hermanos.
- No tener en cuenta las conductas impropias de su edad.
- Evitar la intromisión frecuentes en sus conflictos, siempre que no haya agresión.
- NO prestar atención ni "recompensar" al hermano "chivato".
- Evitar que le mayor asuma siempre la responsabilidad del cuidado.
-  Cada uno merece un trato diferente, por tanto evitar tratar a todos por el mismo rasero, explicando el por qué del trato diferencial.
- Fomentar la cooperación entre los hermanos: en las tareas de la casa, recados, en situaciones de juego,...
- Respetar el espacio de juego e intimidad de cada hijo/a.
- Animar los intereses individuales de cada uno.
- Elogiar los comportamientos deseados sin comparar.
- Observar y reflexionar sobre las conductas celosas de nuestros hijos/as y reaccionar sin darles excesiva importancia.
- Educar a los hijos/as en el control de sus emociones: aprender a soportar pequeñas frustraciones, alegrarse del éxito de los demás, enseñarle a aceptar sus incapacidades y dificultades con optimismo.

¿CÓMO ACTUAR EN SITUACIONES DE CONFLICTO?
- Conocerlas previamente y establecer reglas para estas situaciones (comida, coche, juegos, tele, ...). Qué está permitido y qué no, y cómo debería actuar cada niño/a de manera concreta.
- Ignorar disputas menores. Cuando surjan conflictos, utilizar la técnica de "cuanta atrás". Diréis: cuento hasta 30 para que solucionéis el problema. Si no se soluciona utilizar el "tiempo fuera", retirada de privilegios y otras medidas.
- Enseñar, en momentos de tranquilidad, cómo resolver conflictos: cómo pedir "por favor", llegar a un acuerdo,... e investigar quién es el culpable de las disputas, para evitar tomar medidas siempre con el mismo.
- Puede premiarse, al principio la colaboración y el buen comportamiento.

ANTE LA LLEGADA DE UN NUEVO HERMANO
- Hacer partícipe a los hijos/as de las tareas que conlleva la llegada de su hermano: preparar la cuna y habitación, adquirir ropa,...
- Valorar a los hijos/as tras la realización de estas tareas.
- Resaltar la importancia de tener hermanos y de la felicidad que esto comporta con el juego, en las labores diarias, ...
- Advertir a los familiares que en las visitas eviten expresiones negativas del tipo: "ahora si que vas a tener que compartir", o parecidas. Así mismo, incitarles a que sus expresiones hagan alusión a aspectos positivos referidos al nuevo hermano: "te vas a divertir mucho", "con un hermano vas a poder jugar cuando se haga un poco más grande" ,...
- Debemos "evitar" con la mayor coincidencia de iniciar en el colegio cuando nace otro hermano. Ya que puede asociar: nace mi hermano- salgo de casa.

TRAS EL NACIMIENTO DEL NUEVO HERMANO
- Evitar frases que recriminen sus acciones: "no lo toques", "aléjate que no me fío de ti", "que se te va a caer",...
- Estimular con expresiones positivas todo acercamiento: "qué bien lo cuidas", "eres muy responsable", "ven que lo vas a bañar muy bien",...
- Involucrar a los hermanos/as en las tareas del cuidado, higiene, alimentación,...
- Buscar espacios para atender de forma preferente a los hermanos en el momento del nacimiento del nuevo bebé y el período posterior. Las personas adultas solemos dirigirnos rápida y casi exclusivamente al recién nacido, relegando la atención a los demás hermanos, sin embargo, son éstos los que pueden manifestar conductas celosas y no el recién nacido que no es consciente del momento.
- Valorar a nuestros hijos/as delante de familiares y visitas, tratando de omitir todo comentario negativo sobre ellos/as.

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